Aspiramos a hacer arquitectura, primero, arquitectura para la gente. Porque aunque así debería ser siempre, no lo es. Hoy, mucho se hace con el objetivo de conseguir la foto, la publicación, y la reacción en redes.

Y segundo -o primero también-, buscamos construir arquitectura que dure y que esté enraizada en su lugar.

Miramos hacia atrás, respetamos la tradición y aprendemos de la arquitectura vernácula. Al mismo tiempo, miramos hacia adelante. Sabemos de las posibilidades que trae la tecnología y vemos el futuro con ilusión.

Así, bebemos de la tradición y utilizamos la tecnología para crear una arquitectura que eche raíces y se mantenga en el tiempo. Que no haga falta reemplazarla en unos años, que con pequeños ajustes y mejoras en el tiempo, pueda durar décadas y  generaciones.